Como se había anunciado el día 18 a las 7 de la mañana emprendíamos el viaje hacia Tordesillas y Valladolid.
Aproximadamente a mitad de trayecto, hicimos un descanso para estirar un poquito las piernas, ir al baño y tomarnos un suculento desayuno, prosiguiendo a continuación nuestro viaje con el cuerpo ya más “entonao”.
Cuando llegamos a Tordesillas, a la hora y lugar previstos, nos esperaba Mamen, la guía, que con una gran profesionalidad nos mostró y explicó lo más representativo de la ciudad, dándonos tiempo también para reponer fuerzas y seguir nuestra visita.
La tarde la pasamos en Valladolid, comenzando con la comida y a continuación como estaba previsto, con una visita panorámica de la ciudad en el autobús, para después seguir a pie visitando los monumentos, disfrutando a la vez de un paseo por la ciudad.
Cuando terminamos la visita con la guía, antes de regresar al autobús para emprender viaje de vuelta, tuvimos un tiempo libre en el que cada cual aprovechó para hacer lo que quiso. Unos se fueron de compras, otros se fueron de paseo y también hubo quienes aprovecharon para descansar en una terracita tomándose algo fresquito.
A la vuelta, ya en el autobús, hubo consenso en que todo había salido muy bien: tuvimos una temperatura buenísima, la comida del restaurante estupenda, la guía muy bien todo el día y las horas que pasamos en el autobús también estuvieron bien amenizadas. Y todo ello vivido en un clima de hermandad y cercanía por parte de todos.
Las organizadoras de la excursión, dan las gracias por las felicitaciones recibidas.